
A la amistad le debo los silencios
esos previos a resurgir...
cuando al caer en picado...
ella ...supo la palabra justa emitir...
Creer en mi … aún no estando...
creer y levantarme sin manos...
en la distancia con mente iluminada
de ese amor no condicionado.
A la amistad le debo el templo sagrado
de afianzarme por angustia en la fe...
esa...certeza, de saber que la amiga estará siempre,
que aún nos quedan muchas tazas de café...
muchas cenas no planificadas...
mucho agasajo no pactado...
y un sin fin de regalos por hacer...
Para la amistad … no escasean las sonrisas
porque su recurso es la historia...
lo compartido, la buena fe, la sinceridad
la comprensión y la alegría repartida...
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